martes, 14 de febrero de 2012

Enamorate de Brasil

Playas paradisíacas, el sol y la brisa tropical componen el escenario romántico perfecto para las parejas enamoradas. La sensualidad del verano brasileño invita al turista a vivir una historia de amor arrullado por el ruido del mar. Para quien ya ha encontrado a la pareja ideal, pero aún busca un lugar especial para viajar durante el Mes de los Enamorados, Fernando de Noronha, Porto de Galinhas y Natal son destinos inolvidables.

Fernando de Noronha

A 545 Km de Recife, Fernando de Noronha es un archipiélago compuesto por 21 islas e islotes, que acoge playas de aguas cristalinas y una excelente estructura hotelera y gastronómica.

Accesible por avión o barco, la distancia del continente ayuda en la preservación de la naturaleza y contribuye a un clima romántico. Hasta 1982, la isla funcionó como presidio y área militar. Sólo en la década del ‘90, la región fue abierta al turismo, pero las restricciones para el traslado hasta el archipiélago todavía mantienen la organización del lugar. Entre las medidas adoptadas, el control restringe la pernoctación de solo 700 personas al mismo tiempo. En 1988, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y de Recursos Renovables (IBAMA) transformó a esta región en Parque Nacional Marino. En 2001, fue declarada por Unesco como Patrimonio Mundial Natural.

La preservación de distintas especies de animales también es una constante en Noronha. Entre los innumerables paseos que combinan diversión y conciencia ecológica está la visita al Proyecto Tamar, responsable por salvar a miles de tortugas marinas todos los años. También es posible participar del emocionante momento de la apertura de los nidos. Realizado entre los meses de marzo y junio, en la Praia do Leão, esta actividad consiste en acompañar la soltura de las crías y observarlas en dirección al mar. Generalmente se sueltan 50 animales por día, en un procedimiento gratuito y abierto al público. En el Mirante dos Golfinhos (Delfines) es posible observar a estos encantadores animales, que buscan la playa para descansar. Durante la noche, los delfines giradores permanecen en alto mar, en busca de alimento. Por lo tanto, el alba es el mejor horario para contemplarlos. El ritual cuenta además con la presencia de aves marinas, que brindan un show aparte.  

Las playas de agua transparente mantienen la naturaleza salvaje de la región. Un buceo a dos para conocer la fauna y la flora marinas combina originalidad y romanticismo en un paseo deslumbrante por el Océano Atlántico. Entre las opciones que la isla ofrece, se destacan la Praia da Conceição, Cacimba do Padre, Boldró, Baía dos Porcos y la Baía do Sancho.

Para una cena a luz de velas, el archipiélago también cuenta con una red de restaurantes donde se puede saborear desde la culinaria regional más sencilla hasta los platos más exquisitos, especialmente los frutos del mar.


Natal


Considerada la capital más tranquila de Brasil de acuerdo con una investigación divulgada por el Instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas (IPEA) en marzo de 2005, Natal combina bellezas naturales con la infraestructura necesaria para un inolvidable viaje a dos.

Los más de 400 km de Costa Atlántica de la capital de Rio Grande do Norte brindan al turista playas con variados perfiles, desde las más salvajes hasta las más urbanas, siempre con paisajes impresionantes.

Es prácticamente imposible resistir a las variadas opciones de comidas típicas de la ciudad. Entre ellas están la carne de sol, el baião de dois, la galinha cabidela y, de postre, la tapioca, que también puede ser un plato salado, dependiendo del relleno.


Porto de Galinhas


Ubicada en el municipio de Ipojuca, litoral sur de Pernambuco, a 65 km de Recife, brinda más de 18 kilómetros de playas de blanca arena, con aguas transparentes y tibias, repletas de cocoteros y apartadas del ajetreo urbano. Anualmente, este municipio recibe 500 mil turistas provenientes de varios estados de Brasil, principalmente de São Paulo, Minas Gerais y del Distrito Federal.

Son siete playas continuas, desde la Praia de Camboa, pasando por las playas de Muro Alto, Cupe, Porto de Galinhas hasta llegar a Maracaípe y Pontal de Maracaípe. Las piscinas naturales son inolvidables. Sus tibias aguas (promedio de 28ºC) y cristalinas dan origen a verdaderos acuarios formados por los bancos de corales. Este destino es ideal para un viaje de pareja.

La principal atracción de la región son las piscinas naturales visitadas por miles de turistas anualmente. Entre los puntos históricos se destaca el Convento de Santo Antônio, fundado en 1606 y declarado patrimonio histórico nacional en 1937.

Porto de Galinhas posee aun una enorme red de hoteles de referencia internacional y resorts que se comparan a los mejores del mundo, con alojamientos tan cerca de las playas que, muchas veces, es posible dormir con el sonido de las olas del mar.

La gastronomía local es bastante diversificada: varía desde los frutos del mar hasta la pasta italiana, pasando por platillos con salsas de frutas y raíces de la región que permiten probar este destino también a través del paladar.

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