La ciudad ‘maranhense’, fundada por franceses y
posteriormente colonizada por portugueses, fue reconocida como la Capital Americana de la Cultura
2012, título otorgado por el Bureau Internacional de Capitales Culturales
(IBOCC).
En su cuarto centenario,
São Luís se convierte en una referencia para el continente americano. La
capital de Maranhão fue reconocida por el Bureau Internacional de Capitales
Culturales (IBOCC) como la Capital Americana de la Cultura 2012, título que la ubica
como referencia cultural, histórica e intelectual en el contexto de las
Américas. La ceremonia oficial tuvo lugar en el Teatro Arthur Azevedo, en el
centro histórico de la ciudad.
São Luís sigue, de
este modo, a Quito, en Ecuador (2011) y Santo Domingo, en la República
Dominicana (2010) como Capital de la Cultura en el continente, premio que
pretende potenciar, a partir del patrimonio cultural e histórico, la inclusión
interamericana, promoviendo el conocimiento entre las distintas regiones y
países del continente americano.
“Éste ya es el
segundo título que la capital ‘maranhense’ recibe en reconocimiento de su
patrimonio. Para nosotros es una honra que, tres años después del título de
Capital Brasileña de la Cultura (2009), seamos reconocidos como un ejemplo para
todo el continente americano”, realza Flávio Dino, presidente de Embratur.
Reconocimiento que tendrá como principal consecuencia potenciar a la ciudad en Brasil y a nivel
internacional, incentivando el turismo en el país y, particularmente, en esta ciudad
con 400 años de historia y un enorme vínculo con Portugal.
De esta manera, la ciudad intensifica su oferta y
actividades culturales, proyectándolas internacionalmente a través del canal
Antena 3 Internacional, que destacará las mayores atracciones durante este año,
a nivel arquitectónico, gastronómico, artístico, histórico, etc.
Una ciudad, 400 años de historia
De acuerdo con IBOCC, la
elección de São Luís como Capital Americana de la Cultura surge, no sólo en
virtud de su belleza natural, sino también de todo su patrimonio histórico,
cultural e intelectual, en un contexto de conmemoraciones de los 400 años de la
capital de Maranhão.
Fundada por los franceses
en 1612, la capital ‘maranhense’ es resultado de las contribuciones de varios
otros pueblos: holandeses, portugueses, africanos e indígenas. Esta presencia se
hace sentir en el nivel de su arquitectura, gastronomía (con destaque para la
leche de coco y el arroz de cuxá,
hecho con quingombó, harina de mandioca y pimienta), la artesanía (azulejos
pintados, de origen portugués) y el resto del legado histórico y cultural del
periodo colonial portugués.
Su centro histórico,
con un conjunto arquitectónico constituido por cerca de 5 mil inmuebles que
remontan a los siglos XVII y XIX, demuestran un pasado de gran riqueza, siendo
por eso reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por Unesco.
Por otro lado, el Teatro
Arthur Azevedo (fundado en 1817 por dos comerciantes portugueses y donde se
llevó a cabo la ceremonia oficial de la entrega de este
título de 2012), el
Palácio dos Leões (fortificación erguida por los franceses en 1612, en homenaje al rey Luis XIII), la
Igreja do Desterro (el primer templo construido en el Estado de Maranhão,
demolido por los franceses y posteriormente reconstruido por sus habitantes) y la
Igreja de Nossa Senhora dos Remédios (una herencia portuguesa, con una de las
vistas más bonitas de la ciudad) son algunas de las atracciones históricas de la
ciudad.
Asimismo, el clima
tropical (entre los 20ºC y los 30ºC), la belleza natural y las playas de aguas tibias
e ideales para la práctica de deportes acuáticos constituyen otras atracciones
turísticas de la capital ‘maranhense’ que conmemora cuatro siglos de historia.