miércoles, 21 de diciembre de 2011

Cierre de año en gran estilo

La noche del 31 de diciembre es siempre una fecha especial: es el momento en que se renuevan las esperanzas y los deseos de mejores días para el año siguiente. Y nada mejor que celebrar la llegada de 2012 a lo grande, aprovechando las bellezas naturales que ofrece el estado de Pernambuco.

Las opciones en el litoral son inmensas, pero tres de ellas merecen destaque: Recife, Puerto de Galinhas y la isla de Fernando de Noronha. Por sus playas paradisíacas, piscinas naturales y variadas opciones de ocio, estas son las regiones de Pernambuco que más visitantes reciben anualmente. En el mes de diciembre, las ciudades se preparan para las fiestas de fin de año, período en que el flujo de turistas aumentan considerablemente.

Para quien desea aprovechar fiestas más sofisticadas, las mejores opciones son los eventos realizados en los resorts y hoteles, especialmente en aquellos localizados a la orilla del mar. Normalmente, el visitante paga un valor que le da derecho a la cena, a las bebidas y a las dependencias de ocio. En los establecimientos más lujosos, es posible, también, acompañar a quema de fuegos exclusiva para los huéspedes, punto alto de la Noche Vieja.

Sólo en Recife es posible participar de fiestas gratuitas en las playas, con shows y atracciones culturales. Fernando de Noronha y Puerto de Galinhas, regiones más pequeñas, no ofrecen este tipo de programación. Allá, los eventos son organizados para agregar un número más pequeño de personas, lo que deja esos momentos más cómodos y con un clima más tranquilo, perfecto para quien quiera aliar sofisticación y confort.
  
Hospedaje de lujo
La infraestrutura hotelera de esas regiones es excelente, especialmente para quien busca alojamientos más sofisticados. En Puerto de Galinhas, los resorts más lujosos están localizados a la orilla del mar, y muchos de ellos disponen de playas particulares para sus huéspedes. Los alojamientos combinan el afinamiento típico de hoteles de grandes ciudades con el clima confortable de los pequeños hosteles.

Recife ofrece incontables opciones de alto nivel, que van desde hoteles cinco estrellas, que tratan a sus huéspedes con singularidad, hasta resorts al margen de las playas. La capital del estado de Pernambuco cuenta, también, con las ventajas propias de una ciudad grande, como el acceso a los servicios más caros y las facilidades tecnológicas.

Ya en Fernando de Noronha, la mayoría de los alojamientos siguen una línea más simplista, con pequeños hospedajes familiares. Sin embargo, también es posible hospedarse en hostales con instalaciones lujosas, con opciones de bungalós individuales en playas más alejadas de la isla.

Recife
La capital del estado de Pernambuco es ideal para quien quiera combinar, en un mismo paseo, guiones históricos y bellas playas. En la región conocida como Recife Antiguo, es posible apreciar construcciones centenarias, como el Fuerte del Brum y la Plaza Río Branco. A la noche, la región se transforma en un conglomerado de bares y restaurantes a cielo abierto, donde los visitantes pueden apreciar las delicias de la culinaria nordestina.

Para los amantes de la naturaleza, la ciudad ofrece bellas playas de aguas verdes y límpidas, como la Playa de Boa Viageme y la Playa del Pina, próximas al centro de la ciudad. En cualquier lugar y hora del día, Recife tiene historia, cultura y modernidad.

Porto de Galinhas
Localizada a cerca de 60 kilómetros de Recife, la ciudad cuenta con más de 18 km de playas de arena blanca, con aguas transparentes y tibias, repletas de coqueros y alejadas de la confusión urbana.
Las principales atracciones son las piscinas naturales, que reciben miles de turistas interesados en ver de cerca peces y corales de los más variadas colores y tamaños. Entre los puntos históricos, se encuentra el Convento de Santo Antonio, fundado en 1606 y tumbado por el Patrimonio Histórico Nacional en 1937.

Fernando de Noronha
A 545 Km de Recife, Fernando de Noronha es un archipiélago paradisíaco, compuesto por 21 islas e islotes de playas de aguas cristalinas. La región cuenta con diversión para todos los gustos: caminadas, sendas, buceos, surf, observación de delfines y paseos de barco son algunas de las opciones ofrecidas a los turistas.
Accesible por avión o barco, la distancia con el continente ayuda en la preservación de la naturaleza exuberante. En 1988, la región fue transformada en Parque Nacional Marino y, desde 2001, fue declarada por la Unesco como Patrimonio Mundial Natural. 

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